sábado, 1 de agosto de 2009

Extractos Horóscopo Flements



"Mi atención está totalmente fijada en la mesa de enfrente. Concretamente en un chico rubio que viste una túnica gris. Aunque creo que quiero no puedo apartar la mirada de él, me he quedado embobado por su sonrisa. Mi corazón está palpitando más rápido de lo normal, estoy nervioso, su pelo rubio, su cara, esos ojos… Es perfecto. De pronto me mira. No sabría explicar que es lo que siento, todo se vuelve difuso, las voces de mi alrededor se apagan, el palpitar de mi corazón acelera aún más, empiezo a sudar, y aunque apenas nuestro cruce de miradas es un segundo para mi es una eternidad dulce. Muy dulce. Quiero levantarme e ir con él. Quiero sentir sus labios rozando mi piel, quiero sentir el calor de un abrazo suyo. Lo quiero para mí. Aparto la mirada, y al segundo me arrepiento, vuelvo a mirar de reojo pero ya no me mira."



***


"Estoy solo.Solo, sin nadie en quien apoyarme, sin nadie que me defienda, sin nadie a quien agarrar y sentirme seguro. Esto totalmente solo sumergido en una oscuridad infinita. Mire por donde mire siempre igual: Oscuridad sin fin.De pronto veo un reflejo azul. Fijo la vista y puedo distinguir entre la inmersa oscuridad a Irene arrodillada, me acerco un poco. Irene se encuentra llorando, llora y llora, nunca la había visto así. Irene, mi amiga sonriente y risueña... Me duele verla de esa forma, está temblando, solloza sin parar, su cara está llena de dolor. Me acercó más y puedo distinguir entre sus brazos una figura inerte, que no se mueve. Voy corriendo hacia ella pero es como si no estuviera andado, sino al contrario, cada vez estoy más lejos.
-¡IRENE!- Grito desesperado.
Pero ella sigue llorando por la muerte de esa misteriosa figura.Pronto me alejo tanto que desaparece de mi vista. Ahora todo vuelve a ser como el principio, estoy rodeado de oscuridad, y vuelvo a ver un reflejo azul pero no es Irene, está vez es Raquel.Raquel se acerca con paso firme, con la mirada fijada en mí, aunque parece que no me ve. En seguida está en frente mía, pero no se detiene sigue andando imparable, invencible. Alza los brazos, me coge por los hombros y se deja caer, arrastrándome a la oscuridad.Me falta el aire, no puedo respirar.Me estoy ahogando.Aunque solo veo oscuridad es como si estuviera en un burbuja de agua, encerrado, no puedo más. Me asfixio y me estoy muriendo, lo sé. Raquel me está ahogando. Necesito aire, salir de aquí. Muevo las manos y los pies intentando escapar de esta muerte segura, pero nada. No sé que hacer ni donde ir, solo veo oscuridad. Mis pulmones están ardiendo, los siento encogerse, me duele. Cierro los ojos vencido.Cuando los abro estoy jadeando, y toso varias veces arrodillado en el suelo. Dejo que el aire inunde mis pulmones. Me encuentro mareado, mi cabeza no para de dar vueltas y veo nublado. Alzo la cabeza y veo a Marina delante de mí, impasible, mirándome.
-Marina… ayúdame…-Consigo decir en un susurro.
Marina gira la cabeza y mira atrás suya. Sigo su mirada y puedo ver detrás de ella, lejos un grupo de alumnos de fuego. Marina vuelve a mirarme y después se gira y va hacia ellos andando sin prisa. Ha elegido y me ha Dejado solo.O tal vez no tan solo.Siento una presencia detrás de mí. Me levanto con las pocas fuerzas que me quedan y puedo ver un rostro perfecto. Totalmente simétrico, Sus labios me tientan, sus ojos azules me inundan en un mar infinito de sensaciones. Su pelo rubio se encuentra desordenado.
-Nicolás.
Nicolás me mira pero sin ver. Me acerco a él pero coloca su mano entre los dos, en mi pecho parándome en seco. Siento mi corazón latir más deprisa como siempre. Quiero que no quite su mano de ahí nunca más.
-No te acerques a mí -Dice- No eres lo suficiente bueno para mí. Me merezco algo mejor. Alguien más guapo, más inteligente, más sensible, más fuerte; no me mereces, no eres suficiente.
Me mira con cara de asco y siento el mundo desplomarse. Finalmente me empuja con violencia y me siento caer pero ahora de verdad. Caigo en la oscuridad, en una oscuridad sin fondo, en un remolino sin fin, pero está vez no intento hacer nada, me merezco caer; quiero ahogarme en la oscuridad."


***


"Se me acerca muy despacio, tan despacio que creo que nunca va a llegar a tocarme, pero sus labios no van a los míos, sino que se acercan a mi oreja y a mi cuello, con lo que puedo sentir su aliento. Se me pone la piel de gallina. Sus jugosos y dulces labios rozan mi cuello, y después sube hacía mis labios pero apenas los toca y me deja con ganas de más. Se retira un poco, pero enseguida vuelve y me coge el labio inferior con sus labios, me da un pequeño beso que apenas dura un segundo y que me hace dudar si lo he vivido o no."



***


"La habitación está hecha una porquería, la comida esta esparcida por el suelo, no puedo vivir con este desastre, bueno ahora sí. Los labios de Nicolás vuelven a besar los míos y yo cierro los ojos y me dejo llevar. Es extraño, parece que nuestros labios hubieran sido creados a propósito para encajar el uno con el otro, como un puzzle, como una pieza y su engranaje. Mis labios se deslizan con delicadeza por los suyos, es como un mundo infinito con miles de posibilidades. Ahora me muerde suavemente. Sus labios son dulces. Aparto la cara hacia un lado y me mira extrañado.
-Necesitaba respirar- me quejo riéndome.
Estamos en la cama tumbados, él encima de mí, se ríe y a mí me gusta. Vuelve a juntar su cuerpo con el mió, pero está vez más cerca, puedo sentir el palpitar de su corazón chocando contra mi pecho, un palpitar que no es tan fuerte como el mío, sin duda, siento que esta sensación que tengo en el pecho es tan fuerte que me voy a morir, tiene tanta fuerza que hasta causa dolor. Me vuelve a besar."



***




"¿Sabe alguien lo que es estar atrapado en una pequeña esfera de cristal? Encerrado entre finas láminas transparentes, en una diminuta cárcel que aísla de la realidad pero que hace capaz de sobrevivir en ella. Enredado entre finos hilos que me limitan, que me llenan de impotencia como un mosquito atrapado en una telaraña. A veces pienso que sería tan fácil romper esta barrera… Tan fácil y simple como explotar una burbuja de jabón. ¿Pero acaso alguien lo intenta? ¿Alguien me tiende la mano? Miro a mi alrededor, las palabras de los demás alumnos que se encuentran en el comedor apenas penetran en mis oídos. Tal vez porque mi pequeña burbuja particular lo impide, o tal vez porque la falta de sueño hace que me lleguen sus voces de forma amortiguada, de todos modos tampoco intento buscarle una lógica. Estamos sentados en la misma mesa de siempre terminando de comer, miro a mis amigos y me siento solo. Pienso que si no hablara ni se darían cuenta de que estoy entre ellos. Dirijo la mirada hacia la mesa de Marina que se encuentra con Carlos y Lidia. Ahora que lo pienso quizás ella también se sentía sola y nadie supo escucharla. Quizás estemos ciegos y sordos. Raquel está sentada en la mesa de Marcos, se le ve tranquila y feliz, quizás ese tal Marcos haya conseguido romper la barrera que le reprimía…"




***


"Entonces veo a Nicolás que se acerca a mi fuente termal, se queda en la orilla mirándome y se quita la túnica gris, dejando ver sus pantalones vaqueros y su jersey azul oscuro, veo que se introduce en el agua lentamente, y se quita el jersey lo deja en la tierra para que no se moje, bañándose así solo con los vaqueros. Nicolás Avanza hacia mí y se para justo enfrente de la catarata que nos separa. Yo me encuentro debajo de la catarata que gracias a que el agua que tira no es abundante puedo ver claramente a Nico.
-¿Qué quieres?- Pregunto mientras el agua cae por mi rostro.
-Quiero pedirte perdón.
Le miro confuso.
-Ya sé que he sido un estúpido, no tendría que haberte dicho lo que te dije.
Miro a Nico sin saber qué decir, quiero perdonarle, le quiero y quiero que estemos juntos, pero aunque quiero perdonarle siento como si necesitara más que un simple perdón pero no sé exactamente qué.Nicolás se acerca y se adentra en la cascada junto a mí. Enseguida el agua empieza a recorrer por su pelo rubio, por sus labios jugosos y por su torso desnudo. Acerca sus labios entreabiertos mojados, por donde pasea el agua constantemente hacia mí, yo sin pensarlo me acerco, como una reacción inevitable. Alarga sus brazos desnudos y me coge la cara con ternura, acercándome a él, apoyamos nuestras cabezas una con la otra, nuestras narices se rozan y nuestros labios casi se tocan. Estamos así unos segundos, deseando que nuestros labios se toquen. Notando el agua encima nuestra. Y entonces ocurre: Me acerca a él con fuerza y sus labios chocan contra los míos. Y como suponía encajan perfectamente, los engranajes vuelven a encontrarse. Siento otra vez el salvaje palpitar de mi corazón latiendo con fuerza, un palpitar que echaba de menos. Sus labios carnosos y jugosos juegan con los míos, poco a poco se rozan con pasión, como si siempre hubieran esperado este momento. Nicolás me pega un pequeño mordisco en el labio inferior y después se aleja y me sonríe. Yo le devuelvo la sonrisa, y le abrazo."



***


"Y por fin reaccionó, enseguida empezaron a salir lágrimas por sus ojos, lágrimas de odio e impotencia, lágrimas de tristeza. Se agachó y cogió a Marcos entre sus brazos.
-¿Por qué Marcos? ¿Por qué te has puesto en medio?- y besó sus labios ya sin vida.
Un beso amargo, frío y húmedo como la muerte. Y por primera vez en mi vida vi a Raquel débil y humana, como un papel mojado, cuando está seco es duro y puede llegar a cortar, pero sin embargo cuando se moja se vuelve blando y rompe con facilidad.Entonces me di cuenta del cuerpo de Marina y Nicolás tirados en el suelo, Carlos corrió hacia Marina, Carlota, Irene e Iván fueron hacia Raquel y Marcos.Y yo… allí estaba él, su pelo rubio se encontraba despeinado, sus ojos cerrados, y sus labios siempre tentadores ahora llenos de sangre. Corrí hacia él, apena fue unos segundos pero para mí fue un eternidad.
-¡Nico! ¡Mírame Nico!

Le cojo la cabeza, le toco el rostro, y sin querer mis lágrimas caen en su rostro. Cuando las lágrimas caen en él reacciona y abre los ojos. Esos dos ojos azules como el cielo más brillante de un verano. Enseguida levanta su brazo, me coge la cabeza con delicadeza y me acerca a él, pero esta vez, no espero y soy yo quien da el primer paso, mis labios se acercan los suyos, sin importarme el rojo intenso de la sangre, y nos besamos.
Siento como si este fuese el único beso de verdad que hubiéramos tenido él y yo. Le traspaso a través de mi beso, mi aliento y mi vida. Nuestros labios se mueven con delicadeza, todo parece desaparecer, solo existimos él y yo. Cada beso es como un abrazo en el corazón, cada pequeño mordisco en el labio inferior es como una caricia en mi interior, mi corazón late deprisa y se encoge. Y por un instante siento como deja de latir, y no sé si estoy vivo o muerto, lo único que sé es que el chico que tengo enfrente es él, que los labios que estoy besando son de Nicolás.
-No me dejes nunca-Susurro.

-Nunca.
Y nos fundimos en un último beso."

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