jueves, 31 de mayo de 2012

Lluvia.


Lluvia me mira con sus ojos grises. Tan grandes que temo que terminen por escapar de su rostro.  Tan infinitamente cristalinos que me invitan a ahogarme en ellos. Me asfixian. Me hacen recordar mi fragilidad como ser humano y, a su vez, la frialdad del invierno que me rodea y puncea con uñas de metal.

Cierro la ventana, y las calles de Londres se quedan afuera. Kyle duerme. Sus ojos seductores permanecen atrapados bajo sus párpados y su boca rosácea sigue besando la blanda almohada donde esta noche hemos dejado descansar nuestros sueños más ocultos. La habitación oscura a penas se descifra por el alumbrado de la luna y una tenue luz de vela que se sitúa encima de la cómoda, a unos cuantos pasos de mí, de la cama, y de él.

El aire se encuentra espeso, se compone de amor, de cera, y de poesía barata. Huele a miedo y a inseguridades.  A confesiones perdidas entre la larga noche. A caricias prohibidas.  A sexo, a mordiscos y a gemidos sinceros. A promesas por imcumplir y a besos húmedos escondidos entre los recovecos de mi alma. Su olor impregna mi cuerpo. Su sabor mis labios.

Sus calcetines,como su ropa interior, se encuentran revoloteando por el suelo. Mis pies desnudos se abren paso entre ellos y vuelvo a descansar mi cuerpo en el colchón. Acurruco mi piel contra su piel y sus piernas reaccionan entrelazándome a él. Cubro nuestras figuras con la sábana blanca, deslizo mi mano por su espalda, juego con su cabello, acaricio el lóbulo de su oreja izquierda y beso sus labios sabor oro líquido. Quiero que despierte, que me abarque el verde de sus ojos esperanza, que entreabra sus labios y que susurre que me quiere. Que me ama. Que soy el hombre de su vida. Que esta noche ha sido la más hermosa de su existencia, que esta noche sólo hemos existido él y yo... Sin embargo, las horas pasan, y el estallar de las gotas de lluvia contra el cristal provocan, en contra de mi voluntad, una espiral donde el sueño me abraza como lo haría un amigo traicionero. 

Y al despertar, Kyle ya no estaba.


31 Mayo 2012

5 comentarios :

  1. Son maravillosas las descripciones. Creo, sin equivocarme, que éstas son la base del relato. En este momento me gustaría no conocerte, porque lo leería con muchísimo más misterio y resultaría tentador ponerle cara a quién desglosa todo lo que podemos leer aquí. Genial, Áng.

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  2. Muchísimas gracias, Adri. Me encantan tus comentarios, siempre con buenas palabras :)

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  3. Ángellll!!
    Sé que llego tarde, pero bueno, he estado superliada, como tu seguramente haha
    Qué precioso, como siempre, y esta vez situándolo en la ciudad que lo has situado solo hace qu eme guste más! haha
    Aunque lo que de verdad es bonito está en la habitación ^^ todo lo que ha pasado, la manera en que lo has descrito lo dice todo con las palabras perfectas!
    Y bueno he de decir que me iba encantando hasta que he leído la última frase :( jooo por qué lo acabas así? jum!
    Da igual, el hecho de que te impacte de esa manera solo lo mejora!
    Avísame al siguiente ehhh? Un besitooo Ángel :)

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  4. Holaa!! he tardado en pasar por los exámenes, ya te imaginarás. jeje
    Me ha encantado el relato, los pelos de punta cuando leía lo de las sábanas, la ropa y todo lo último, Y te digo lo mismo que tu amiga..!! que final más tristee!
    Pero bueno, es una historia agridulce así que esta muy bien :)
    un besoo! :D

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  5. jaja, muchas gracias chicas por vuestra opinión, ya sé que habéis estado con los exámenes, y a pesar de ello os habéis pasado por aquí! :)

    beso!

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